Escupidos al contenedor
donde jamás se reciclarán
las oportunidades acartonadas
que se fueron despellejando en las noches
en las que no supimos leer el viento.
Lanzados a la fosa
donde nunca trepará una esperanza
para venir a purificarnos
con la luz de los días en los que aún valía la pena
preguntarnos cómo acabaría la madrugada.
donde jamás se reciclarán
las oportunidades acartonadas
que se fueron despellejando en las noches
en las que no supimos leer el viento.
donde nunca trepará una esperanza
para venir a purificarnos
con la luz de los días en los que aún valía la pena
preguntarnos cómo acabaría la madrugada.
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