jueves, 31 de diciembre de 2015

Campanadas

¿Por quién doblarán las campanadas?
No me importa,
siempre y cuando
al retumbar
se lleven por delante con su eco
el dolor adosado a mi garganta.

¿Qué nos traerá el año nuevo?
Me da igual,
siempre y cuando
te traiga siempre
de vuelta
a esa zona de perímetro variable
donde tienen su parcela las sonrisas.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Santa

Se sienta cansado pero satisfecho. Apenas entra por su ventana un destello de luz casi horizontal, lo poco que le sobra al sol a estas horas en una zona tan recóndita. Mira la puerta entreabierta de lo que fue su habitación y lleva siendo tanto tiempo un inagotable almacén. Todavía quedan muchísimos regalos, puede estar tranquilo. A pesar de que los niños y los padres cada vez le ayudan menos con su egoísmo voraz, tiene margen para seguir abasteciendo sus demandas. Lo piensa mientras vuelve a mirar su foto, con esa sonrisa que ella también parecía tener retratada permanentemente mientras vivía. No la perdió ni siquiera el día en el que la muerte le impidió seguir el ritmo de su amado. Desde entonces, él se dedica a repartir una vez al año fragmentos de ese montón de regalos que tenían acumulados para dárselos a los hijos que nunca tuvieron. Prefiere que le llamen Papá Noel porque, como le recuerda la lágrima rebelde que se balancea en su mejilla, Santa, la verdadera Santa, era ella. 

viernes, 18 de diciembre de 2015

Claustro

Los restos, las cajas, las maletas, el mundo a sus espaldas y el camino conformaban el claustro que terminaría decidiendo qué nota recibiría su futuro.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Transfusión

No temas al papel en blanco.
Está esperando una transfusión de tinta
para revivir con tus palabras.

No huyas del impulso innato.
Derrámalo en una obra
de pensamientos honrados.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Eco

El eco rebota
hacia el interior del ansia
y no existe inhibidor
capaz de anularlo.

Me devuelve pensamientos
imprimados con la lógica
ausente en todas
las versiones originales.

Vuelvo a procesarlo
hasta que su digestión
me alimenta
de sapiencia.