domingo, 31 de mayo de 2015

Poema para la presentadora de un informativo nocturno

¿Cómo puedes salir ahí a perfilar más coartadas?
Tras el paredón de plasma,
escudada en tu tramoya
de piezas encadenadas.

¿Cómo puedes conjugar tristeza con variedades?
Mezclas guerras de otros mundos
con recetas periurbanas
y sucesos nauseabundos.

¿Cómo has podido domar tu sonrisa traicionera?
Voz grave ante los recortes
de tipos sin interés
que preceden al deporte.

¿Cómo has conseguido ser la vacuna que al hablar anestesia multitudes?
Referente de un hogar
ávido de información
pero ansioso de ignorar.

¿Cómo puedes, tras mentir, aún mirarme a la cara?
¿Cómo puedo yo buscar la verdad en tu mirada?

domingo, 24 de mayo de 2015

Rosa de los vientos

Tus pétalos se abren
ante la sequedad del desierto
llevando la contraria a ese orden
creador de presentes mutilados.

Con su dulce tersura explican
que solo quieren acoger
la savia de la pobreza
y el rocío de la fe.

Las raíces se contonean
entre dos mares de tierra
paridos para ser madres
de lo que otros llaman frontera.

Soplas con perseverancia
el guiso de los anhelos
sabiendo que saben mejor
las sonrisas sin los velos.

martes, 19 de mayo de 2015

Perfil

Solo con paciencia logro unir los puntos con los que te conviertes en ti.
No basta con amarrarme bien a los nudos de tus entrañas.
De nada me sirve si no respeto el suave perfil de tu esencia.

martes, 12 de mayo de 2015

45 km/h

Nunca pensamos que un accidente a 45 kilómetros por hora pudiera ser tan grave. ¿Quién nos iba a imaginar saliendo disparados, antes de traspasar el umbral de la existencia? Despojados con imprudencia de la seguridad preventiva que nos insistía en no ponernos en marcha ni viajar siguiendo ese recorrido. Las explicaciones se pudren en el archivo de atestados de nuestro pasado, mientras ansiamos rehabilitarnos de las secuelas que dejó la colisión. 

lunes, 4 de mayo de 2015

Cobijo

Tu mirada es un rompeolas curtido de mimbre y paciencia
al que corre a zambullirse el viento despavorido.
Eres cobijo acurrucado entre dos férreas paredes,
paridoras de un rincón
templado de exuberancia.

Se bambolea entre tus raíces una cinta de optimismo
donde empaca la virtud su cosecha más cobriza.
Brotan de tu sombra alhelíes generosos,
herederos de un imperio
soberano en elegancia.