Los verdaderos retratos
son meras radiografías
de todas las cicatrices calladas
que nacen, crecen, se reproducen y
mueren
en tonos descoloridos.
También son las huellas dactilares
de todas las risas furtivas
paridas desde el vientre del desdén
hacia todos los defectos
señalados por imágenes chivatas.
señalados por imágenes chivatas.