lunes, 16 de septiembre de 2013

Corte limpio

Tras media hora de limpieza intensa, el filo estaba más que reluciente. Después de recibir el visto bueno del verdugo, el ayudante no pudo evitar soltar la pregunta que se había estado guardando toda la tarde.
            —¿Por qué tenemos que limpiar con tanto énfasis ahora, si en un rato va a quedar todo perdido y vamos a tener que limpiarlo todo otra vez a fondo?
            —El cuerpo de ese hombre ya no va a seguir funcionando, pero esta guillotina sí —respondió el verdugo—. Hasta el último instante tiene que quedar clara la diferencia entre la limpieza de nuestros actos y la de los suyos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario