sábado, 12 de octubre de 2019

Precipicios

Necesitamos noches que sean precipicios
para ver nuestro reflejo en el abismo.
Nos hacen falta amaneceres esquivos
para ir esculpiendo razones.
Son imprescindibles latidos rabiosos
para poder limpiar la desidia del camino.
Es obligatorio dudar de la luz clara
para lograr recordarla en las oscuridades.
No podemos sobrevivir sin angustias silenciosas
para encontrar los discursos adecuados.
Dependemos de decepciones controladas
para comprender los logros invisibles.

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