tras los muros de
la tela que te adorna.
No hay manera de
treparlos con palabras
sacrificadas por
el ansia de mi boca.
Por más que
intento descifrar tu fortaleza
tu mirada siempre
encripta mis anhelos.
En las barreras
revestidas de inocencia
se electrocutan
mis intentos de entenderte.
Jugaré a ser
mártir
hasta verme
desarmado.
Si eso sucede
envía mi
esperanza al mar
para que nunca puedas
ver su sepultura.
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