lunes, 24 de agosto de 2015

Ese día


Algún día conseguiré que mis sueños den abasto.
Ese día no salpicarán los recuerdos
en la fuente improvisada de sus manos.
Ese día mi memoria se habrá ganado el derecho
a olvidarse de todo.
Ese día el silencio encontrará las palabras mágicas
con las que hurtarme la indolencia.
Ese día no tendré miedo a zambullirme
en un lago de recompensas.
Ese día habré merecido, como ahora, estar viviendo,
para vivir ese día de nuevo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Palidez


Quisiera beberme tu palidez
para protegerla en mis entrañas.
Dejaría que se gestara en la lejanía
hasta colorear el cabello del llanto
con el tenue tono de tu comprensión.

Méceme, mientras tanto,
dentro de tu alocada ignorancia.
Eso me calma en esta nave,
imantada a la deriva
trazada en los raíles del futuro.

viernes, 7 de agosto de 2015

Antesala


Da igual que estuviera lleno o vacío, el vaso estaba medio roto. Entre los pedazos, abrazados todavía entre sí, se intuía un atardecer lánguido y poco glorioso, como aquellos otros que se habían dedicado a ir royendo las grietas en semanas anteriores. Le daba igual por dónde terminara escurriéndose todo. Estaba centrado en el desapego, en la desaparición, en el borrado. La antesala de una quiebra inminente le atraía de un modo tan hipnótico que acabó olvidando la inexorable solidez de sus venas.

sábado, 1 de agosto de 2015

Godiva


La dama cabalga vestida con su castidad
mientras la observan despistados
ojos que están pendientes del sonido grisáceo
que sabe a góspel saturado
entre lluvia intermitente.

El verde recupera su nombre
en el mismo lugar imprevisto
donde una pataleta suicida
provoca un giro inesperado
en la rotación de los tiempos.

Todo ocurre un silencio antes,
un recuerdo antes,
una risa antes.
El presente se anticipa
a la carga tras la espalda.