Algún día conseguiré que mis sueños den
abasto.
Ese día no salpicarán los recuerdos
en la fuente improvisada de sus manos.
Ese día mi memoria se habrá ganado el
derecho
a olvidarse de todo.
Ese día el silencio encontrará las
palabras mágicas
con las que hurtarme la indolencia.
Ese día no tendré miedo a zambullirme
en un lago de recompensas.
Ese día habré merecido, como ahora,
estar viviendo,
para vivir ese día de nuevo.
espero que te llegue ese día.
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