Pensáis que sois vosotros quienes jugáis
conmigo, pero cuando me pego al cristal veo que sois muñecos. Vuestra piel se
traduce cuando me separo de él y recobráis la desbocada movilidad de la que os
privo mientras modelo el mundo a mi antojo. Entonces vuelvo a cerrar mi mirada lo
máximo posible y cuanto queda dentro es mío. Verdaderamente mío. Porque solo
sois muñecos.
Poemas y relatos publicados semanalmente. Puedes ponerte en contacto conmigo escribiendo a mighergar@gmail.com
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viernes, 29 de noviembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
Cáscaras
Llevaba un rato caminando cuando empezó
a notar que iba dejando tras de sí un reguero de fragmentos de un material
similar al de su propia anatomía. Inquieto, y algo aterrado, optó por frenarse y
darse la vuelta para recogerlos, con el fin de recomponer aquello que se
estuviera despedazando. Sin embargo, cuando llegó a verlos más de cerca decidió
retomar la senda inicial. Solo una mirada segura es capaz de distinguir los
trozos de las cáscaras.
viernes, 22 de noviembre de 2013
Golpes
Un movimiento fuerte de un brazo no se convierte en golpe si no impacta con nada. Por tanto, no se puede hablar de golpes bien dados, sino de golpes bien recibidos. Tener la cara lo suficientemente curtida como para recibir bien los golpes es un arte del que no todo el mundo puede presumir. Aunque nunca acaba de perfeccionarse, con el tiempo se puede mejorar mucho, hasta saber casi instantáneamente qué se ha aprendido de cada uno de esos golpes.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Pronto
—¿Vendrás pronto?
Las lágrimas que le escocían por la cara le recordaban que ningún tiempo sería pronto.
viernes, 8 de noviembre de 2013
Destello
Miró al cielo y lo encontró como lo
buscaba: pétreo, grisáceo, implacable. Los últimos haces de luz habían quedado
censurados por su espesura. Sin embargo, había encontrado en esas nubes el
destello que tanto tiempo había anhelado.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Torera
Se reían de ella cuando les decía que
quería aprender a ser torera. Lejos de lo que todos pudieran suponer, su única
aspiración era conseguir esquivar algún día las embestidas de esos enormes
animales cornudos.
viernes, 1 de noviembre de 2013
Necrópolis
Desde aquí abajo se os ve tan tristes
que dan ganas de levantarse a secar vuestras lágrimas. De hecho, no me
importaría hacerlo si no fuera porque reniego de los esfuerzos baldíos. Lo que
vosotros buscáis no es consuelo, es fe en vuestro arrepentimiento. Yo la tengo,
creedme, porque el mío es tan sincero como los vuestros. A mí también se me
reflejan en el mármol las oportunidades perdidas para haber abortado las causas
de ese arrepentimiento, y si no lloro como vosotros es porque la sabia muerte
confisca nuestros ojos para que ese reflejo no nos escueza eternamente.
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