viernes, 1 de noviembre de 2013

Necrópolis

Desde aquí abajo se os ve tan tristes que dan ganas de levantarse a secar vuestras lágrimas. De hecho, no me importaría hacerlo si no fuera porque reniego de los esfuerzos baldíos. Lo que vosotros buscáis no es consuelo, es fe en vuestro arrepentimiento. Yo la tengo, creedme, porque el mío es tan sincero como los vuestros. A mí también se me reflejan en el mármol las oportunidades perdidas para haber abortado las causas de ese arrepentimiento, y si no lloro como vosotros es porque la sabia muerte confisca nuestros ojos para que ese reflejo no nos escueza eternamente.

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