lunes, 28 de abril de 2014

El ala izquierda

Hasta que no entiendan que solo sirven las plumas del ala izquierda del ganso no podremos trabajar como se debe. No es por el valor de su escasez, sino por la precisión de su tacto. Mientras tanto, siguen haciendo un acopio avaricioso de plumas que no sirven para nada.

viernes, 25 de abril de 2014

Decimales

Nos hemos acostumbrado a un mundo de unos y ceros. Sus combinaciones exponenciales podrían recubrir toda la existencia hasta abarcarla cuantas veces pudiéramos imaginar. Todos parecemos medir el mundo en unos y ceros. Unos, completos, mayores, llenos de contenido y perfectamente desarrollados. Ceros, vacíos, fracasados, inexistentes sin su par. Apenas hay lugar para la rebeldía que aporta atreverse a poner una coma para reivindicar la transición entre los dos valores dentro de cuyos límites nos quieren subyugar a vivir. La riqueza de ese matiz, ampliable hasta la periodicidad pura, tiene un sabor a pelea al que algunos no estamos dispuestos a renunciar. Larga vida a los decimales.   

lunes, 21 de abril de 2014

Al otro lado

Para sentir que debes cambiar algo en tu trabajo no hace falta que nadie te diga nada, ni siquiera hace falta intuir una mirada de reproche entre tus superiores o tus clientes. De hecho, en este caso no las hay, y puedo afirmarlo sin rubor puesto que tengo tiempo suficiente para escudriñar las inquietas pupilas de cuantos acceden a rodearme en mi jornada laboral. Mi puntualidad, mi pulcritud, mi trato y mi displicencia van más allá de lo acordado con los escrúpulos y, sin embargo, notaba que necesitaba un estímulo para aportar algo de frescura y variedad a mi rutina laboral. Nunca imaginé que un simple cambio de postura supusiera un vuelco tan abrumador. Los centenares de espaldas que he ajusticiado nunca podrán ser tan impactantes como la mirada que acabo de rebanar con el tosco filo de mi hacha.  

viernes, 18 de abril de 2014

Papá Noel

Papá Noel no es gordo, ni viejo, ni se mesa una canosa barba. Papá Noel ha tenido que ampliar sus servicios. La crisis, dicen unos, la deslocalización, comentan otros, las nuevas exigencias del mercado, apuntan ciertos analistas. A Papá Noel le da igual ser Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás. En realidad está viendo un partido de fútbol y no espiándonos para controlar lo que hacemos en cada momento. A Papá Noel no le importa delegar y permitir que otros sean Papá Noel cuando lo estimen necesario. Papá Noel se inmola cada minuto con sus mentiras, pero eso es lo que me hace confirmar que Papá Noel nos quiere.