pero me basta con
leerlos en tu poesía.
Hablan de sangres
tibias y heladas,
de llantos
secos y
torrenciales,
de abrazos que
buscan espaldas
y de abismos
quilométricos.
Los intento
traducir
como un san
Jerónimo ufano.
Deduzco que sudan
alivio,
compañía y
calidez,
amistades
blindadas
frente a la
tiranía de los mapas
y un amor recién
pintado
en un lienzo
inquebrantable.
Blindar las amistades es tan bonito como tu poema. Mil gracias, Miguel
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