Al filo del chaparrón
lanzamos nuestras demandas al suelo
para que se ahoguen entre los charcos
que aspiraban ilusos
a ser mares bañando horizontes.
Al borde de la tormenta
nadie sabe comportarse.
Todos huimos a ciegas
para encontrar un refugio
donde las lágrimas sean dignas de honor.
lanzamos nuestras demandas al suelo
para que se ahoguen entre los charcos
que aspiraban ilusos
a ser mares bañando horizontes.
nadie sabe comportarse.
Todos huimos a ciegas
para encontrar un refugio
donde las lágrimas sean dignas de honor.
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