Chapoteamos en el charco de las transiciones
sabiendo que en sus fronteras
se seca el rocío que robamos al alba
para sofocar los conatos de inmensidad.
Dejamos atrás las lindes de la incertidumbre
caminando sin mirar atrás,
aunque seguimos meciendo en nuestra espalda
a remordimientos huérfanos de una verdad.
Trazamos perfiles de nuevos precipicios
rasgando las rocas que no supimos cargar.
Nos gusta mirar a los ojos del vacío
para encontrar espejismos donde descansar.
sabiendo que en sus fronteras
se seca el rocío que robamos al alba
para sofocar los conatos de inmensidad.
caminando sin mirar atrás,
aunque seguimos meciendo en nuestra espalda
a remordimientos huérfanos de una verdad.
rasgando las rocas que no supimos cargar.
Nos gusta mirar a los ojos del vacío
para encontrar espejismos donde descansar.