sábado, 29 de junio de 2024

Transiciones

Chapoteamos en el charco de las transiciones
sabiendo que en sus fronteras
se seca el rocío que robamos al alba
para sofocar los conatos de inmensidad.
 
Dejamos atrás las lindes de la incertidumbre
caminando sin mirar atrás,
aunque seguimos meciendo en nuestra espalda
a remordimientos huérfanos de una verdad.
 
Trazamos perfiles de nuevos precipicios
rasgando las rocas que no supimos cargar.
Nos gusta mirar a los ojos del vacío
para encontrar espejismos donde descansar.

domingo, 23 de junio de 2024

Médulas

Envuelto en las letanías que gritan las dudas
crece un tibio viento escalonado
con el que se mecen los dorsos de las gargantas
que aún no han aprendido a fabricar un no.
 
Recorre las calles de nuestras médulas
hasta erizar la piel del pasado,
apenas cubierta por escamas temblorosas
que esperan la fiel protección de la verdad.
 
Termina por estamparse en el muro de la consciencia
donde le amortaja la soledad
mientras sueña con plañideras farsantes
que vayan a llevarle lágrimas para cenar.

sábado, 15 de junio de 2024

Quemazón

La realidad se baña en aguas hirviendo.
Se despelleja y nos lanza los restos a la cara
para que sintamos la quemazón en los pómulos
y así poder paliar nuestra falta de rubor.
 
La ciudad se inunda de ponzoña
desbordada desde las cataratas del fragor.
Caminamos sobre ella marcando distancia
al tiempo que nuestros pasos claman piedad.
 
La eternidad se empacha a base de mentiras
hasta vomitar esperanzas a medio digerir.
Las esquivamos mientras bailamos despistados
encima de volcanes que no paran de sonreír.

sábado, 8 de junio de 2024

Chaparrón

Al filo del chaparrón
lanzamos nuestras demandas al suelo
para que se ahoguen entre los charcos
que aspiraban ilusos
a ser mares bañando horizontes.
 
Al borde de la tormenta
nadie sabe comportarse.
Todos huimos a ciegas
para encontrar un refugio
donde las lágrimas sean dignas de honor.

sábado, 1 de junio de 2024

Sorteo

Las punzadas convierten los próximos pasos
en un sorteo decidido por manos descompuestas.
El azar se balancea
entre los párpados
antes de saltar al vacío.
 
Las cicatrices visten los nuevos despertares
con trajes tejidos por recuerdos deshilachados.
El ansia traza
bosquejos de sombras
que huyen de nuestros cuerpos.