Datos que se incrustan en la garganta de un tiempo perdido
nos obligan a sonreír en oferta limitada.
Suenan sintonías para atraer a las ratas
que van royendo los cables que nos atan
a la invisible indecisión.
Números que bañan la piel de acero lacerante
nos invitan a bailar sobre las cenizas de nada.
Llueven propuestas afiladas sobre aceras diluidas
que van arrastrando los añicos suicidas
de un pasado prepuberal.
Costes que van rasgando la carne desalmada
nos empujan a paladear las sobras del vacío.
Vuelan melodías compuestas por frías teclas
que van estallando sin pudor
en nuestros ciegos oídos.
nos obligan a sonreír en oferta limitada.
Suenan sintonías para atraer a las ratas
que van royendo los cables que nos atan
a la invisible indecisión.
nos invitan a bailar sobre las cenizas de nada.
Llueven propuestas afiladas sobre aceras diluidas
que van arrastrando los añicos suicidas
de un pasado prepuberal.
nos empujan a paladear las sobras del vacío.
Vuelan melodías compuestas por frías teclas
que van estallando sin pudor
en nuestros ciegos oídos.
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