Angostas fronteras
sobre las que cada segundo edifica
el municipio del dolor
donde habitan inquietas
todas las noches apuñaladas
por los filos de palabras retorcidas.
Siniestras banderas
coronadas por emblemas sinuosos
tejidos con saña
por las leprosas manos de cada conciencia
tratando de supurar sus infinitos pecados.
sobre las que cada segundo edifica
el municipio del dolor
donde habitan inquietas
todas las noches apuñaladas
por los filos de palabras retorcidas.
coronadas por emblemas sinuosos
tejidos con saña
por las leprosas manos de cada conciencia
tratando de supurar sus infinitos pecados.