Muelles que te empujan,
que se clavan en la paciencia,
van trazando gritos rojos
en el satén de la mirada
donde se pasean impunes
pensamientos que acribillan.
Alambradas invisibles
te retienen en la cama
mientras bailan en tu espalda
prisas que jamás se duermen,
ni siquiera surte efecto
el cloroformo de la esperanza.
que se clavan en la paciencia,
van trazando gritos rojos
en el satén de la mirada
donde se pasean impunes
pensamientos que acribillan.
te retienen en la cama
mientras bailan en tu espalda
prisas que jamás se duermen,
ni siquiera surte efecto
el cloroformo de la esperanza.
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