Cuando el insomnio se acerque vertiginoso,
dispuesto a atropellarte, sin el freno de la conciencia,
quizá sea mejor dejarse traspasar
hasta empaparse de redención.
La mirada sentirá cierto pudor inicial,
incluso asqueada por la figura del remordimiento,
pero llegará la desazón a llevarse sus añicos
con su siempre silencioso hieratismo.
dispuesto a atropellarte, sin el freno de la conciencia,
quizá sea mejor dejarse traspasar
hasta empaparse de redención.
incluso asqueada por la figura del remordimiento,
pero llegará la desazón a llevarse sus añicos
con su siempre silencioso hieratismo.
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