Brazos quemados por palabras invisibles
bajo un sol al que siempre le dimos igual.
Miradas mendigando intereses dispersos,
desparramados por el yermo bulevar.
Rúbricas sellando el incierto contrato
que nos ata a un fracaso ocasional.
Nadie leerá los relatos que la rabia
escribe en la libreta de la soledad.
Mejor dejar hueco a las cortezas
que se han sabido engalanar.
Cuando se quiebren habrá mil astillas
en las que estará impresa la realidad.
bajo un sol al que siempre le dimos igual.
Miradas mendigando intereses dispersos,
desparramados por el yermo bulevar.
que nos ata a un fracaso ocasional.
Nadie leerá los relatos que la rabia
escribe en la libreta de la soledad.
que se han sabido engalanar.
Cuando se quiebren habrá mil astillas
en las que estará impresa la realidad.
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