pero pesan como
mil siglos.
Momia paciente
aislada en tu silencio
mientras el mundo
se pudre ahí afuera.
Ahora rapiñan tu
herencia
mientras reniegan
de tu cargo.
Vecindad que
intuye aunque ignora,
consanguinidad
que se drena impúdicamente.
Unos hilos se
rompieron con el tiempo,
los otros te
ahorcaron lentamente.
Capilla ardiente
en un cuarto de aseo
que nunca podrá
limpiar su recuerdo.