domingo, 23 de diciembre de 2018

Semanas

Es muy fácil que algo sirva un viernes por la noche
al calor de la oscuridad zalamera.

Quiero seguir valiendo
el domingo por la tarde
cuando la luz nos dé de frente
lavando nuestras ambigüedades,
reflejando nuestros defectos
y recitándonos el nombre
de cada una de nuestras heridas.

Me gustaría permanecer el lunes por la mañana
sin que la rutina devore tu olor de esperanza.

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