o acaso lo
hiciste demasiado.
Tanto como para
ignorar mis miserias
o empacharte de
ellas.
Tan poco como
para esquivar mis virtudes
o aprender a
despreciarlas.
Quizá no te
conocí
o acaso lo hice
demasiado.
Tanto como para
ver tu retrato
o cegarme con tu
brillo poliédrico.
Tan poco como
para desistir
o permanecer
insaciable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario