Sacaron sus mejores galas
para acudir al funeral del estío.
Rezaron lo que supieron
sabiendo que era un traje de palabras vacías.
Cavaron bastante profundo
hasta acomodar sus conciencias.
Llegaron otras mil lunas
vestidas de hermosa desidia.
Sembraron más madrugadas
con las que cultivar su insomnio.
Dejaron entrar a la lluvia
y ella anegó sus trincheras llenas de anhelos.
para acudir al funeral del estío.
Rezaron lo que supieron
sabiendo que era un traje de palabras vacías.
Cavaron bastante profundo
hasta acomodar sus conciencias.
vestidas de hermosa desidia.
Sembraron más madrugadas
con las que cultivar su insomnio.
Dejaron entrar a la lluvia
y ella anegó sus trincheras llenas de anhelos.