No
es fácil alcanzar la sabiduría
con la que se distingue el ocaso del horizonte.
Hay que tener la paciencia suficiente
como para arrimarse a la distancia justa
del borde del infinito.
Una
vez que se está allí,
es el propio bagaje del camino
el que nos señala con lucidez
la diferencia entre los crepúsculos,
algunos ocasionales, otros perennemente inevitables.
con la que se distingue el ocaso del horizonte.
Hay que tener la paciencia suficiente
como para arrimarse a la distancia justa
del borde del infinito.
es el propio bagaje del camino
el que nos señala con lucidez
la diferencia entre los crepúsculos,
algunos ocasionales, otros perennemente inevitables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario