llueven retales
para coser esperanzas.
Heridas que huyen
en busca de otras
suertes
son transportadas
en los brazos del
desprecio.
Bajo el calor
donde se funde la rabia
manos unidas paren
frescas madrugadas.
Gritos que buscan
gargantas
envenenadas
mueren asfixiados
ante la ausencia
de eco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario